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Nearbirds Genesis report Español


Nearbirds Genesis

Nuevo arnés carenado de hamaca, con doble paracaídas, del fabricante ucraniano Nearbirds, producido en Ukrania.

Para describirlo, es un arnés carenado para cross y competición, que viene de serie con alojamiento para dos paracaídas, uno en posición lateral, en la base de la espalda, detrás y debajo del asiento y el otro en posición ventral. No tiene tabla, pero el asiento es bastante rígido y mullido (con un cojín grueso en el centro). Tiene una protección de espuma de 15 cm, con un sistema de desinflado progresivo que le aumenta la amortiguación. La parte delantera del carenado (cocoon) es de lycra, muy ligero y elástico, la tabla de los pies es de madera contrachapada y el carenado trasero inflable es grande, con forma de aleta, se infla con dos ventanas laterales y lleva una varilla central al final para tensar la parte trasera de la aleta, además de costillas internas para mantener planos los laterales. El carenado sube por encima de los hombros y todo el arnés es muy envolvente para el cuerpo del piloto resultando de apariencia muy aerodinámica.

Lo más original y único de este arnés es su pilar central, una pieza muy acolchada y rígida que tiene dos funciones, por un lado protege los genitales del piloto en la fase de despegue y aterrizaje, pero en vuelo, su posición vertical sujeta también el peso del paracaídas de emergencia ventral (o del lastre si no se usa con paracaídas) y sujeta todo el porta-instrumentos, que se apoya en este pilar y su peso no descansa sobre los muslos del piloto, los cuales conservan toda la libertad de movimiento. Además, la hamaca tiene una zona acolchada central para apoyar las posaderas, que resulta cómoda y una zona delantera para apoyar los muslos hasta el nivel de las rodillas. Es estrecho, anatómico y le da una buena sección aerodinámica.

En la parte inferior delantera, lleva un contenedor para lastre, que se fija con una cinta tensora y un triángulo de tela para que no baile.

Cierre KONG Otra de las novedades originales, es el cierre Kong para fijar y liberar rápidamente el anclaje del paracaídas de emergencia ventral, así es mucho más rápido y fácil atarse la silla o soltarla para salir de ella. Este cierre italiano es una especie de gancho de duraluminio con dos pulsadores y dos ingeniosas garras grandes (puede usarse con una mano), aguanta 2.500 kg y es rápido y fácil de usar, parte de uno de los dos mosquetones principales y queda junto al contenedor del paracaídas, a él se engancha un bucle forrado y bien protegido que es una de las dos partes de la cinta Y del paracaídas. La otra queda fija en el otro mosquetón y no hay que liberarla cada vez. Este cierre metálico va envuelto en neopreno.

El paracaídas de debajo del asiento, lleva una cinta V convencional hasta las hombreras del piloto.

Paquete ventral

El porta-instrumentos ventral queda en una posición perfecta, inclinado, es grande y muy visible. El asa del paracaídas va en posición central y puede extraerse hacia el frente con cualquiera de las dos manos. La parte delantera del contenedor ventral es un deflector aerodinámico y sigue bien la línea de flujo del viento relativo sobre la silla. En los dos laterales, unas piezas semi-rígidas centran y estabilizan la posición del paquete ventral.

Cremalleras

La cinta V del paracaídas principal va escondida en un alojamiento cerrado con una cremallera que se prolonga desde el hombro hasta el lateral inferior, sirviendo en su extremo de cierre para el propio contenedor externo del paracaídas, la misma cremallera hace de tapa para el contenedor y alojamiento para la cinta V, luego encima, una solapa con un poco de velcro remata y afina la aerodinámica lateral de la silla.

El cierre y el asa del paracaídas es muy simple, solo un pasador de gancho, La cremallera mencionada se abre sola desde su extremo abierto cuando tiras del paquete del paracaídas y el asa se sujeta con imanes en su posición, además de con el gancho único, para un uso mínimo del velcro.

Equipamiento Además del doble contenedor de paracaídas, tiene unos generosos bolsillos laterales, perfectos para llevar manoplas gruesas, un palo selfie, cámara de fotos, bocadillo, etc. Lleva también un pequeño contenedor de neopreno sobre una hombrera para llevar la radio junto al cuello y poder usarla sin micro, bajar el volumen, etc. En la otra hombrera, una guía para el tubo de hidratación. La silla viene con su acelerador instalado, es de cinta flexible doble (dos pedales) y tiene unas poleas muy grandes con rodamientos (pero sin carraca) en la cadera, además de otra pequeña polea-guía al final de los laterales de la silla. El pedal queda siempre en su lugar gracias a un elástico unido a la tabla.

Para llevar la mochila y la bolsa de agua para beber, dentro del carenado trasero hay otra bolsa interna pegada al cuerpo.

El cono delantero del carenado se infla más o menos bien con el viento relativo y el carenado trasero con dos ventanas en forma de media luna, para reducir su volumen en el transporte, estas ventanas se cierran soltando un pequeño velcro y quedan planas las toberas para transportar la silla y no dañar su pieza rígida. Todo en la silla es ingenioso, original y está muy bien pensado, aunque a veces parece un poco enrevesado por lo diferente a otras soluciones conocidas. Plegada no resulta muy voluminosa ni rígida.

Regulaciones

Como la silla es de hamaca, tiene numerosas regulaciones para ajustar bien la morfología, la tabla de los pies puede regularse en sus cuatro esquinas con unos cordinos y unas pequeñas pletinas metálicas (como los de una tienda de campaña), fácil y rápido. El cierre del carenado es de imán y el ajuste se regula con la tensión lateral del cordino de cierre y tensor y otros ajustes laterales, todo combinado permite dejar un carenado tenso y limpio, bien cerrado sobre el borde del ángulo derecho superior, formando un tubo cuadrado en su parte superior y dejando una superficie lisa hasta el deflector del contenedor ventral.

Los demás ajustes de la silla son normales, algunos pueden hacerse en pleno vuelo, otros han de regularse en el suelo antes del vuelo.

11 cierres

Contamos diez elementos que hay que cerrar para salir a volar, de ellos solo 3 son imprescindibles, solo 2 son vitales y comprometen la seguridad:

- Cada uno de los dos cierres ventrales, ya que las perneras son en forma de V-H, con los nuevos cierres ligeros de aleación de duraluminio de Finsterwalder que podemos encontrar en otras sillas ligeras del mercado. Un bulón pasa por un agujero grande, se desplaza a un lado por un agujero menor y un pulsador rojo con un muelle interno impide que vuelva para atrás y se salga, muy rápidos, no tienen el problema del riesgo de malfunción o apertura en vuelo detectados en otros tipos de cierres automáticos y no precisan cinta anti-olvido, porque las perneras y la ventral son una misma pieza.

- El tercer amarre obligatorio es el anclaje Kong de un lado del paracaídas ventral, aunque sin atarlo, aun tendríamos el paracaídas inferior correctamente anclado y un anclaje en el ventral. Así que 100% necesarios son solo dos cierres, todos los demás, sirven solo para encajar y fijar los elementos de la silla, principalmente los elementos ventrales. Vamos a repasarlos todos en el orden de colocación.

1 y 2 – Cerrar ambos cierres rápidos ligeros de la ventral.

3 – un tridente fija el paquete ventral sobre el pilón central.

4 – buscar en el lateral izquierdo por dentro del carenado de las piernas (no está en el campo visual) un pequeño tridente de plástico al final de un cordino azul que pasa por una polea y hace de tensor del carenado y fijarlo a la solapa derecha del carenado. Luego vamos subiendo.

5- Cierre rápido King para el paracaídas ventral.

6 y 7 – cierres laterales derechos para fijar bien en su lugar todo el contenedor de paracaídas, son unos tridentes plásticos colocados en los laterales derechos de la silla, por delante y por detrás del mosquetón principal.

8 y 9 – Cierres laterales del porta-instrumentos, permiten ajustar la altura y ángulo de visión de los instrumentos.

10 - Pasar el gancho de plástico trasero del contenedor ventral por la cinta ventral para que quede sujeto en su parte trasera.

11 – Cierre pectoral, para unir las hombreras.

Son muchos cierres, es fácil olvidar alguno, aunque la secuencia es lógica y se aprende enseguida, de dentro hacia fuera y de abajo hacia arriba, con práctica se cierra todo deprisa.

Previamente habremos revisado el único pin del paracaídas, sus imanes y el final de la cremallera de apertura de la tapa del contenedor del paracaídas.

También habremos recuperado los ganchos brummel del acelerador, que puede que se nos hayan colado hacia el interior de la silla porque su salida hacia las bandas es muy amplia y dentro de la silla pueden quedar las poleas dobladas, así que hay que sacar los ganchos y de paso revisar que la entrada y salida del cordón de la polea no está entorchado en sí mismo.

Esta silla es un poco paradógica, parece ligera, pero es compleja, tiene unas cosas que son ingeniosas y rápidas de instalar y revisar y otras más enrevesadas y complicadas. Por ejemplo, resulta muy fácil instalar el paracaídas principal debajo del asiento, lo haces deprisa y los pasos son previsibles sin tener que seguir ningún manual, mucho más rápido que con otras sillas de competición del mercado. Pero a la hora de montar el paracaídas ventral hay más trabajo, porque sus dos pasadores de varillas de plástico no van por encima sino por dentro del contenedor, con lo que hay que abrir una cremallera pequeña escondida en un lateral que da un mejor acceso al interior del contenedor cuando está colocado el paracaídas porque destensa todo el contenedor. Lleva más tiempo instalar el ventral que el paracaídas inferior.

Sacar y poner la protección dorsal es rapidísimo, no como sucede en otras sillas. La cinta V incorporada del paracaídas principal evita usar maillones, y puede usarse un rogallo porque hay anclajes para instalarlo. La cinta V del paracaídas ventral también va con la silla y el contenedor, así como el contenedor principal del paracaídas inferior. Lo que no lleva es un contenedor para el paracaídas ventral. Por lo demás, la silla trae todo lo necesario, incluso una excelente mochila ligera y bastante pequeña, pensada para una vela normal (ira un poco justa), pero tiene la forma y tamaño ideales para caminar.

Mochila Ligera, expandible con cintas de compresión y un elástico en X en la parte superior para colocar por fuera ropa, etc. También tiene unos bolsillos laterales para llevar una botella de agua, las botas, etc. Ergonomica, con un buen cierre lumbar y ventral y las hombreras con forma anatómica en espuma densa y todo lo que estará en contacto con el cuerpo del piloto es transpirable. Los laterales de la mochila son en tela fina de ripstop y el resto en tela gruesa anti-desgarro. El conjunto es comparable al de una buena mochila de vela ligera.

Prueba en vuelo Después de reconocerla y regularla, de entender para qué sirve cada cierre y elemento, de entrar en su lógica original y distinta a la que conocemos de otras sillas, tocaba probarla en vuelo. Es una talla L que me va un poquito pequeña, así que he de soltarlo todo para acomodar bien 1,89 m. Pero entro bien, por lo que la talla veo que es generosa.

En el despegue, la silla al ser de hamaca queda ceñida al cuerpo, no la notas, no sientes que pese demasiado, a pesar de los dos paracaídas ni cuelga nada. El carenado de las piernas es tan elástico y ligero (de lycra sin afelpado), que queda muy recogido detrás de las piernas y el carenado principal queda doblado sobre un lado y no perturba la visión ni el control de la vela en el suelo. Buena sensibilidad y transmisión de las sensaciones de la vela al cuerpo para un mejor control en el suelo. El punto de anclaje no es muy bajo.

Una vez despegamos, sucede lo que imaginaba, me cuesta entrar en el carenado por dos motivos: es muy flexible y queda aun atrás, tengo que traerlo con la mano izquierda y entrar primero con el pie derecho. Como el ribete del carenado no es elástico, enseguida noto su tensión máxima y debo entrar doblando un poco la otra rodilla. Luego dentro bien, estirar ambas piernas y todo ya está en su lugar.

Este mismo inconveniente del despegue, se transforma en una gran ventaja para el aterrizaje, porque desde el momento en que se sacan las piernas del carenado, todo el cocoon queda recogido como si encogiese y se esconde detrás de las piernas nuevamente. Entonces aprecias la original columna acolchada de la entrepierna, porque apoyas blando tus partes mientras te deslizas hacia fuera de la silla para ganar la posición incorporada. De lejos es la mejor silla carenada de competición que haya probado a la hora de facilitar la posición de aterrizaje, podrías llegar al suelo y correr perfectamente con total libertad para ambas piernas, sin que te moleste la tabla (no la hay) ni el carenado y ganando muy bien la posición erguida, incluso podrías abalanzar el peso hacia el frente si has de seguir corriendo con la vela inflada.

En vuelo, el pilotaje del alabeo es ligero, bascula e inclina con facilidad, la silla se muestra rígida en el sentido longitudinal pero tiene un banqueo ligero a los lados para favorecer el viraje y ayudar a usar el peso del piloto. Esa facilidad de alabeo puede regularse con la tensión de dos regulaciones laterales del ABS, lo probé en la posición neutra de origen y deja bastante libertad de movimiento. Como una silla de hamaca pero sin llegar a ser inestable ni a torsionarse sobre sí misma. El acelerador se encuentra fácil y la silla al acelerar no cambia ni tu posición ni el centrado de pesos, con lo que te mantienes en el mismo ángulo de vuelo y con el mismo apoyo del dorso y asiento.

El arnés (talla L) pesa 8 kg con la mochila (7,28 kg sin mochila, que pesa 0,72 kg) y colocando dos paracaídas PDA normales, se pone en casi 12 kg.

Su precio de venta en España, iva (21%) incluído es de 1.300€ (con la mochila y dos mosquetones Ozone de duraluminio, las cintas V, con todo salvo poleas de carraca, en su lugar tiene poleas grandes con rodamientos).

Existe una versión con un solo paracaídas, que pesa un kilo menos y es 100€ más barata. Y tienen otra silla mucho más ligera, la Zippy, que pesa solo 2,5 kg (según el fabricante)

Junto a las fotos que he publicado hay algunos comentarios sobre los detalles que se aprecian en las fotos.

Disponible en 5 tallas:

XS (145-155 cm) S (155-165) M (165-175) L (175-185) XL (185-200)

Materiales: tejido Nylon ripstop 210D y Diamond Ripstop 420D, carenado cocoon de Lycra, tejido Dyneema Ripstop y Skytex.

Texto y ensayo de Mario Arqué. Fotos de la revista Parapente y Editorial Perfils, tomadas en el taller Volager de Manel Escudé . Las últimas dos fotos son de Godo Rachel (piloto Phil Broers) y otra de estudio, de la web de Nearbirds.

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